martes, 1 de septiembre de 2015

La enseñanza (o Entrenamiento) con pruebas discretas

Se basa en la noción que la práctica ayuda a los niños a dominar un tema determinado. Se trata de una terapia estructurada que emplea un método de instrucción uno a uno y que comprende un aprendizaje intensivo de comportamientos específicos. Este aprendizaje intensivo de un comportamiento específico se llama “instrucción por repetición”. Estas prácticas refuerzan el aprendizaje porque emplean la repetición. El niño cumple una tarea muchas veces del mismo modo (usualmente 5 veces o más). La repetición es particularmente importante para aquellos niños que necesiten muchísima práctica para llegar a dominar una habilidad determinada. La repetición también fortalece la memoria de largo plazo. Los comportamientos específicos (el contacto visual, la atención enfocada y el aprendizaje de expresiones del rostro) se reducen a los pasos más básicos, y después, se inducen y se guían metódicamente. Los niños reciben un refuerzo positivo (por ejemplo: un choque de manos, un elogio verbal, o fichas que puedan cambiarse por juguetes) como recompensa por haber producido estos comportamientos.

Por ejemplo, un terapeuta y un niño están sentados en una mesa, y el terapeuta anima al niño a prestarle atención diciéndole, “Mírame”. El niño mira al terapeuta, y el terapeuta le premia con un choque de manos.

Análisis de la Conducta Aplicado "AAC"

Las siglas “AAC” significan Análisis Aplicado de la Conducta. El AAC es un conjunto de principios que forman la base de muchos tratamientos conductuales de la conducta. El AAC está basado en la ciencia del aprendizaje y del comportamiento. Esta ciencia abarca o incluye “leyes” generales sobre el comportamiento y sobre el proceso del aprendizaje. Con el AAC, se aplican estas leyes a los tratamientos conductuales/ de la conducta de manera que aumenten los comportamientos útiles o deseados. Así mismo, el AAC aplica estos conocimientos para reducir aquellos comportamientos que puedan interferir con el aprendizaje o que puedan ser perjudiciales. La terapia AAC se emplea para mejorar las capacidades lingüísticas y comunicativas del paciente. También se utiliza para aumentar la atención, la concentración, las habilidades sociales, la memoria, y los resultados académicos. El AAC puede ser usado para reducir los comportamientos problemáticos. 

El Director General de Sanidad de los Estados Unidos y la Asociación Americana de Psicología consideran el tratamiento AAC entre las prácticas más recomendables, basado en las evidencias. El estar “basado en evidencia” significa que el AAC ha cumplido criterios científicos de utilidad, calidad y eficacia. 

La terapia de AAC incorpora muchas técnicas diferentes. Todas estas técnicas están concentradas en los antecedentes (lo que precede un comportamiento determinado) y en las consecuencias (lo que ocurre después de un comportamiento determinado). Una de estas técnicas es el “refuerzo positivo”. Cuando el paciente recibe algo que aprecia (una recompensa) después de un comportamiento determinado, es más probable que ese comportamiento se repita. El AAC emplea el refuerzo positivo de un modo que puede medirse, con el fin de conseguir un cambio significativo del comportamiento. 

Algunas terapias basadas en los principios del AAC son la enseñanza con pruebas discretas, la enseñanza complementaria o enseñanza en el entorno natural, el comportamiento verbal, el entrenamiento en respuestas centrales, y el ejemplo de lenguaje natural (en inglés, discrete trial learning, incidental teaching o natural environment training, verbal behavior, pivotal response training, y natural language paradigm, respectivamente). Véase la página siguiente para más detalles. Todas estas terapias basadas en el AAC:

  • Son estructuradas
  • Reúnen datos sobre las capacidades o los comportamientos que pretenden conseguir 
  • Proporcionan estrategias positivas para cambiar las respuestas y los comportamientos

 El AAC se concentra en las estrategias del refuerzo positivo. Estas estrategias pueden ser útiles para los niños que tengan dificultades para aprender o para adquirir nuevas habilidades. Asimismo, el AAC puede dirigirse a los comportamientos problemáticos que interfieran con el funcionamiento mediante un proceso conocido como la evaluación funcional de la conducta (en inglés, functional behavioral assessment). Los principios y métodos del análisis de la conducta han sido usados eficazmente en muchas circunstancias con el objetivo de desarrollar una amplia variedad de habilidades en los alumnos con y sin discapacidades.

lunes, 31 de agosto de 2015

“La ciencia cognitiva es el creacionismo de la psicología.”

Hola amigos y amigas les compartimos este vídeo de B. F. Skinner en donde el 10 de agosto de 1990, acude a la 98 convencion anual de la Asociacion Americana dePsicología, fue premiado por una vida dedicada a la psicología (Lifetime Contributions to Psycology), para ese entonces él ya se encontraba enfermo, en donde defendio los principios filosoficos y cientificos de nuestra tan amada ciencia. en este energico discuroso menciona una celebre frase “La ciencia cognitiva es el creacionismo de la psicología”, Skinner muere a los pocos días de defender la ciencia del comportamiento humano.

Establece una relación positiva



Un elemento necesario para lograr un cambio positivo en el estilo y calidad de vida de la persona, que haga posible el objetivo de que la conducta problemática sea irrelevante es establecer una relación positiva (Carr, 1996). Una relación positiva se caracteriza por la cercanía y el agrado mutuo, e implica un incremento de la relación y de nuestra capacidad para ofrecer ayuda. Normalmente las personas que presentan alguna conducta problemática pueden sufrir, como consecuencia de ella, el distanciamiento, cuando no el aislamiento, de las demás persona, incluidos algunos profesionales de apoyo. Para establecer una relación positiva el primer paso es convertirnos en una señal de refuerzo positivo para la persona. Tratamos de que nos asocie a actividades personas o cosas valoradas por el individuo. Este proceso facilita que cambien los sentimientos de esa persona hacia nosotros y su forma de vernos como alguien con quien merece la pena relacionarse.  La forma de iniciar este proceso es bien sencilla, se trata de proporcionar objetos, actividades  y situaciones agradables para el individuo, sin pedir nada a cambio, si exigirle  una manera específica de pedir lo que le estamos proporcionado. La idea es interactuar y compartir cosas agradables y crear asi una base donde enseñar alternativas a la conducta problemática. Si ponemos en marcha este proceso, muy pronto la persona nos atenderá más, estará más pendiente de lo que hacemos de cómo nos desplazamos, de a quién nos dirigimos, etc. A partir de este momento hay que asegurarse de uq el apropia persona iniciara interacciones hacia nosotros por sí mismo ¿cómo? Acercándonos a la persona, mirándola y esperando a que ella inicie cualquier acto que interpretemos con un intento por interactuar con nosotros. Esta estrategia se denomina “espera estructurada” porque previamente hemos establecido la estructura básica para la comunicación creando la expectativa en la persona de que le vamos a facilitar los objetos, actividades, etc. que desea.
La relación positiva consiste por tanto en demostrar a la persona, que estamos dispuestos a relacionarnos con ella y hacer que se sienta mejor en aquellos lugares donde conviva, aprenda o trabaje con nosotros. Pero par que esa relación sea estable a los demás (Carr, et. al. 1996). No se trata en este momento de enseñarla habilidades específicas de interacción social, aspecto que será abordado  cuando hablemos del co9mponente de enseñanza de habilidades alternativas. Se trata, en esta fase, de analizar los elementos del aspecto físico de la persona que nos hacen más difícil iniciar contactos sociales con él o ella. Por ejemplo, puede que la persona cuide muy poco su forma de vestir, que  no se peine nunca que no procure estar limpio, o que siempre tenga los mocos colgando. La apariencia personal no es algo superficial o accesorio, ya que cuando vemos a alguien cuyo aspecto  nos desagrada es fácil tener expectativas más bajas sobre  lo que puede hacer o aportar en un intercambio  social. Además un mal aspecto físico es degradante y contraproducente, porque limita las posibilidades de acceder a experiencia sociales y por qué puede llevar a la persona a la marginación social. Cada uno de los miembros del equipo de apoyo debe analizar los aspectos  específicos por lo que la persona con comportamientos problemático le resulta poco agradable y desarrollar estrategias concretas para eliminarlos. Por último, antes de tomar otras decisiones y acuerdos sobre  otros elementos importantes para lograr un cambio positivo en el estilo de vida de la persona,  cada miembro del equipo de apoyo ha de esforzarse por encontrar intereses comunes con la persona con comportamiento problemático. Así se lograra mejorar el estilo de nuestra relación con la persona, habrá más posibilidades de proporcionar experiencias enriquecedoras y será posible que la persona pueda experimentar un mayor control sobre su vida.

Texto extraido del manual de Apoyo Conductual Positvo de la junta de Castilla y León

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | cheap international calls